Bloomberg Una estación de servicio de Petrobras en Rio de Janeiro. RIO DE JANEIRO—Las acciones de la petrolera estatal brasileña Petroleo Br...
Una estación de servicio de Petrobras en Rio de Janeiro.
RIO DE JANEIRO—Las acciones de la petrolera estatal brasileña Petroleo Brasileiro SA PETR4.BR -5.78% cayeron a un mínimo de ocho años a medida que la frustración de los inversionistas con la producción petrolera en descenso, los fuertes gastos y la intervención del gobierno alcanzó su punto de ebullición.
Las acciones de Petrobras cerraron 5,8% a la baja en 13,85 reales (US$5,69), su cierre más bajo desde que cerraron en 13,62 reales el 29 de julio de 2005. Petrobras ha perdido alrededor de un cuarto de su valor en los últimos 12 meses. La empresa declinó hacer comentarios sobre el desplome.
La impactante caída de Petrobras, que llegó a ser una de las compañías más valiosas del mundo tras el descubrimiento de miles de millones de barriles de crudo cerca de la costa brasileña, ha superado por mucho el descenso que se ha visto entre sus rivales.
Las acciones de BG Group, BG.LN +1.22% socio de Petrobras en varios campos brasileños en altamar, han descendido 8,7% en el último año debido a pronósticos de crecimiento más bajos. Royal Dutch Shell, RDSB.LN -0.43% también socio de Petrobras, ha caído 6,9%, y la empresa dice que venderá activos para apuntalar su balance general. Las acciones de Chevron Corp. CVX -0.44% también han descendido 4,3% en el último año, mientras que los títulos de Exxon Mobil XOM -2.34% han escalado 0,5%.
Al igual que Petrobras, otras petroleras globales están gastando más y más dinero para extraer depósitos petroleros que cada vez son más difíciles de obtener. Pero ahora Petrobras se encuentra en medio de un volátil drama internacional que ha exacerbado la decepción de los inversionistas por las intervenciones del gobierno y el fracaso de la empresa de hacer realidad su potencial, indicaron inversionistas y analistas.
Brasil y Petrobras intentan sobrevivir una "tormenta perfecta" provocada por políticas débiles, un crecimiento económico en desaceleración en China y el final del dinero fácil que ocurre conforme la Reserva Federal de Estados Unidos reduce sus medidas de estímulo, apuntó Oliver Leyland, gestor de portafolio en Mirae Asset Global Investments, en Nueva York.
El gobierno está batallando con un crecimiento anémico a pesar de los grandes gastos que han causado un aumento en el déficit presupuestal. Los gastos públicos también han jugado un papel importante en la alta inflación, que se ha mantenido por encima de la meta del gobierno de 4,5% desde 2009.
Los intentos de Brasil por controlar la inflación también se encuentran en el núcleo de una de sus preocupaciones más grandes en torno a Petrobras: los precios nacionales del combustible. El gobierno, que también es el accionista controlador de la petrolera, no ha permitido a Petrobras elevar los precios locales de la gasolina y el combustible para cubrir las pérdidas provenientes de las caras importaciones de estos dos combustibles.
"Petrobras está mal gestionado y se ha convertido en una herramienta para políticas sociales", precisó sobre la situación de la empresa Rogerio Freitas, que administra US$100 millones en Teorica Investimentos, con sede en Rio.
El panorama de los aumentos del precio del combustible sigue siendo nebuloso por su efecto en la inflación, apuntaron analistas y economistas. Se prevé que la presidenta Dilma Rousseff busque la reelección este año y podría resistirse a permitir precios más altos de la gasolina y el diesel después de que su gobierno incumplió su promesa del año pasado de reducir la inflación.
La discrepancia entre los precios locales e internacionales del combustible se ha sumado a las preocupaciones sobre un constante declive en la producción de crudo a pesar de unos de los planes corporativos de inversión más robustos del mundo, de US$237.000 millones hasta fines de 2017. Petrobras ha tenido que pedir prestadas grandes cantidades de efectivo para financiar sus inversiones debido a menores ingresos por las ventas de combustible.
Petrobras instaló nueve plataformas en 2013 y prevé que las nuevas unidades se sumen a la producción durante 2014. Pero los inversionistas indicaron que la nueva producción solo ha sido suficiente para compensar por los descensos naturales de los campos maduros que generan más de 85% de la producción de crudo en el país. Los inversionistas indicaron que no se prevén aumentos significativos en estos campos hasta 2017 o más tarde.